sábado, 4 de octubre de 2008
Y Dios repartío sus dones a los árboles...
Dios repartía sus dones a los árboles y éstos se adelantaban a elegir tributos y belleza.
Yo quiero ser fuerte.
-dijo el Ñandubay, y mas duro que la piedra, mas resistente que el hierro. -Mi ideal es ser saludable, dijo la Anacahuita- y lo consiguío.
Al Jacarandá se le concedió esa agilidad de verso temblante, lírica en la primavera cuando luce su penacho lila maravilloso.
El Laurel reclamó hojas oscuras y lustrosas. El Espinillo, se adornó con sus áureos pompones perfumados. La Pitanga y el Guabiyú, pidieron azucarados frutos.
El Ceibo se decoró de hermosas flores rojas. El Tala quiso rudeza india de nudos y espinas.
El Sauce llorón poesía...La Aruera, un poder misterioso para castigar a los inciviles que no le rindieran homenaje... Y las Tacuaras esbeltas y musicales, solicitaron ser útiles para las picanas de trabajo y para arrancar una sonrisa de júbilo a los niños como armazón de la luminosa cometa.
- ¿Qué te puedo ofrecer, pobre Ombú?
- Sombra para el descanso de los hombres.
- Todos la poseen.
- Corpulencia, para ser un índice en la vastedad de la llanura, para que el gaucho desde la lejanía sienta la emoción del hogar tibio que lo espera...
Fuente : Apólogos y cuentos criollos.
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7 comentarios:
Me encanta venir a escuchar a los árboles...Ciertamente Dios también derramó infinud de dones para ellos. Y ellos las comparten todas sus bendiciones con aquel que quiera escucharles...aquel que en silencio perciba su lenguaje de hojas,ramas y flores. Ellos siempre nos bendicen y bondadosos comparten sus frutos. Un abrazo mi querida guardiana y mensajera de los árboles
Muchisimas Gracias por tus palabras y sin duda que tu tienes muchos dondes y entre ellos es el de escuchar a los arboles como casi ningun mortal puede.
Que las lunas te acompañen.
Son seres muy bondadosos, claro qué sí Cabalayka. Mira cuánto nos dan sin pedirnos nada...
Ellos son así, y son felices¡
Besos mi querida amiga.Trataré humildemente desde mi lugar,de qué se les preserve y conozca. Ellos también tienen su historia y es bueno compartirla.
De tanto amar la Naturaleza, los árboles fueron los primeros seres, qué sin darme cuenta, me transmitieron su energía y cariño.
De ahí en más Engel, por medio de la observación, aproximación y contacto con ellos, vino la necesidad de conocimiento, algo de estudio y escribir para compartirlo.
Gracias por tus palabras y deseos.
! Qué la luz las acompañe a ambas ¡
y aquí intentando parecerme a ti.
poesía es la q escribes tú cuando nos cuentas de ellos.sauce mío.
un beso.
Gracias querido Manu, por tú sentir de lo qué escribo...muy dulce.
Pero yo admiro a ése Manolito, algunas veces ausente, otras capaz de hacerme vibrar con sus palabras y otras tantas felizmente radiando por doquier campanitas estridentes.
Conozco a ése y quiero que siga siempre así ¿Sí?
Mil recuercos Manu, desde los árboles...¡
me encanta como te refieres a los arboles
Gracias abrecabezas, bienvenida y un gusto que me visites.
Por estos lugares, cerca de los árboles, nos encontraremos.
Saludos.
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