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domingo, 18 de abril de 2010

LA Etica del Arbol Sagrado


Cada mañana, al despertar, y cada noche, antes de dormir, dar gracias por la vida que fluye dentro de ti, por todas las manifestaciones de la vida, por todo lo bueno que el Creador te ha dado y les ha dado a los demás, y por la oportunidad de crecer cada día un poco más. Debes dar gracias por los pensamientos y las acciones del día anterior y por la decisión de perfeccionarte y la fuerza que te lleva a esforzarte por conseguirlo. Debes pedir que sucedan cosas que beneficien a todos.

2. Respetar significa sentir admiración o tenerle estimación a alguien o a algo; tomar en cuenta su bienestar o tratarlo con deferencia y cortesía. Mostrar respeto es una ley fundamental de la vida.

* Tratar siempre con respeto a todos, desde el niño más pequeño a la persona más anciana.
* Tratar con un respeto especial a los mayores, a nuestros padres, a los maestros y a los dirigentes de la comunidad.
* No rebajar a nadie; evitar herir a otros corazones así como evitarías un veneno mortífero.
* No tocar nada que pertenezca a otra persona (especialmente los objetos sagrados), sin contar con su autorización o con un acuerdo entre ambas.
No interrumpir jamás a otras personas cuando están hablando.
* Respetar la intimidad de todos. No interrumpir a nadie cuando esté en el silencio o cuando se haya aislado en su espacio personal.
* No hablar nunca mal de nadie, ya sea delante de la persona o cuando no esté presente.

* Tratar a la Tierra, en todos sus aspectos, como a tu madre. Mostrar un profundo respeto por el mundo mineral, el mundo vegetal y el mundo animal. No hacer nada que contamine al aire o al suelo. Si otros pretenden destruir a nuestra madre, erguirse con sabiduría para defenderla.
* Mostrar un profundo respeto por las creencias y las religiones de los demás.
* Escuchar con cortesía a los demás, incluso si sientes que lo que dicen no tiene valor.



3. Respetar la sabiduría del pueblo en sus consejos o reuniones. Una vez que hayas aportado una idea en un consejo o una reunión, ella ya no te pertenece; pertenece al pueblo. El respeto exige que escuches con cuidado las ideas de los otros miembros del consejo y que no insistas en que tu idea es la mejor. Debes apoyar con mucha libertad las ideas de los demás si son verdaderas y buenas, inclusive si son muy diferentes a las que tú has aportado. El choque entre las ideas enciende el chispazo de la verdad. Una vez que el consejo haya decidido algo de común acuerdo, el respeto exige que nadie hable en secreto en contra de lo decidido. Si el consejo ha cometido un error, ese error quedará claro ante todos con el paso del tiempo.

4. Actuar con honestidad en todo momento y en toda circunstancia.

5. Tener presente que lo que daña a uno daña a todos; el reconocimiento recibido por uno es de todos.

6. Recibir a los desconocidos y forasteros con una actitud afectuosa, como miembros de la familia humana.

7. Estar consciente de que todas las razas y tribus del mundo son como flores de distintos colores que florecen en la misma pradera. Todas son hermosas. Por ser hijos del Creador, todas merecen respeto.

8. Servir a los demás o ser útil a la familia, la comunidad, la nación o el mundo. Éste es uno de los propósitos principales por los cuales han sido creados los seres humanos. No te preocupes de tus propios asuntos ni olvides tu tarea más importante. Quienes consagran su vida al servicio de los demás son los únicos que conocen la verdadera felicidad.

9. Actuar con moderación y respetar el equilibrio en todas las cosas.

10. Saber qué contribuye a tu bienestar y qué te conduce a la destrucción.

11. Prestar atención a los consejos que te dan y seguirlos desde el corazón. Estar abierto a recibir consejos que te lleguen de muchas maneras: en la oración, en los sueños, cuando estás solo y en silencio, y a través de las palabras y actos de los mayores y de los amigos sabios.

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Textos del libro El Árbol Sagrado, ed. Sello Azul.